Cuando pierdas hasta la camisa, aprenderás el arte de tradear con sólo el precio.
No necesitarás nada más que él. La relación entre el propio precio y el tiempo, es el que te hará percibir si algo está barato o caro.
Cuando vas a la tienda a comprar fruta no te llevas el estocástico ni las velas japones para analizar el supermercado en busca de gangas. Comparas el precio actual con el precio que viste en tu última visita.
Si haces con el trading lo mismo, verás como es más sencillo de lo que creías en un principio.
Sigue al precio, él es el mejor indicador.
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